La gastronomía tradicional extremeña está ligada al clima y a las características geográficas del territorio, que carece de mar y está dominada por campos y zonas de montañas, lo que favorece la utilización de carnes y hortalizas.
Es una cocina sencilla, de carácter rural, practicada durante siglos por pastores y campesinos gracias a las materias primas. Muchos platos surgen de la necesidad de aprovechar al máximo los recursos que nos ofrece la naturaleza.
Por otro lado, contrasta la cocina muy elaborada en monasterios y núcleos asociados a órdenes religiosas, donde gracias a la calidad, variedad y abundancia de los alimentos, favorece el refinamiento de las recetas. Pincha en cada título para conocer más detalladamente los productos de cada sección.
Comenzamos mencionando las materias primas, unas de las responsables del sabroso sabor de platos. Entre ellas sobresalen el aceite de oliva, el pimentón de la vera y el ajo de Aceuchal.
Continuamos con la cocina tradicional, aquellos platos y recetas que han sufrido variaciones según la zona geográfica en la que se han ido desarrollando, convirtiéndose a lo largo del tiempo en platos totalmente diferentes.
Finalmente, cabe mencionar los postres. Como en todos los territorios, hay cientos de recetas de repostería con muchas variantes propias de cada zona. Pincha en la siguiente imagen para ver como se elaboran tortas de piñonate, uno de los postres más comunes extremeños y a la vez menos común en España.
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